domingo, 24 de abril de 2011

CANTAUTORES PARA UNA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA

CANTAUTORES PARA UNA TRANSICION DEMOCRATICA

Hoy quiero recordar, a los cantautores para la libertad de la década de los setenta, podemos decir de la agonía del franquismo, a la transición.

“Para la libertad” es el título de un disco recopilatorio de canciones, de cantautores que se hicieron famosas, en esos años que duro la tan esperada transición. Se convirtieron en cantantes de oposición a la política reinante, valiéndole ingresar en las listas negras, de los intelectuales rebeldes e inconformistas.

Estos personajes, no solo protestaban por un régimen dictatorial impuesto por la fuerza que estaba durando demasiado, también reivindicaban el “amor y la solidaridad” eran tan peligrosos que sus armas eran su “voz y la guitarra”, puede haber algo mas inofensivo y a la vez más hermoso (Seguro que no).

En la década de los setenta, la cultura se hacía, como dice Serrat, “golpe a golpe” y “verso a verso”, mientras que los poetas solo escribían versos, otros censuraban o prohibían. En sus conferencias o conciertos,  tenían en las primeras filas a la policía secreta, y en las puertas a los “grises” (Como si fueran delincuentes) 

Ellos, con su música y sus canciones, supieron insuflarnos “esperanza” “ilusión” porque  la época de la intolerancia estaba llegando al final.

Algunos de los más conocidos; Silvio Rodríguez, Marina Rósell, Paco Ibáñez, Amancio Prada, Mª del Mar Bonet, Labordeta, Luis Pastor, Carlos Cano, Joan Baptista Humet, Víctor Manuel, Ana Belén, Vainica Doble, Serrat, Jarcha, etc.

Paco Ibáñez, cantaba la poesía de los grandes, como Alberti, Machado, L. Cernuda, L.Felipe, etc. Era llamado “La voz libre de España”  en el año setenta Pablo Neruda le dijo después de haberlo oído cantar por primera vez, “tú tienes que cantar mis poemas, tu voz está hecha para cantar mi poesía”,  que bonito que un poeta de la categoría de Neruda le diga eso a un cantante. En el año setenta y uno el gobierno español le prohíbe cualquier tipo de actuaciones en España.
                                     A GALOPAR

Las tierras, las tierras, las tierras de España
Los grandes, la sola desierta llanura
Galopa caballo cuatralbo, jinete del pueblo,
Que la tierra es tuya.

A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar.

A corazón, suenan, suenan, resuenan
Las tierras de España en las herraduras
Galopa caballo cuatralbo, jinete del pueblo
        Que la tierra es tuya.

A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar.   

  PACO IBAÑEZ


HABIA UN DIA

Había un día
En que todos
Al levantar la vista
Veremos una tierra
Que ponga libertad.

Haremos el camino
En un mismo trazado
Uniendo nuestros hombros
Para así levantar
A aquellos que cayeron
Gritando libertad.

LABORDETA



            LIBRE TE QUIERO

Libre te quiero
Como arroyo que brinca
De peña en peña
Pero no mía.
Grande te quiero
Como monte preñado
De primavera,
Pero no mía.

AMANCIO PRADA


El grupo “Jarcha “de tradición musical andaluza, fue uno de los más populares, mezclaban temas sociales con la música tradicional, andaluza. Su canción “Libertad sin Ira” prohibida en el año 1976, paso posteriormente a ser el “Himno” no oficial de todos los andaluces que queríamos otra España.

Una “jarcha” es una composición lírica, popular de la España musulmana.


LIBERTAD SIN IRA

Dicen los viejos que en este país hubo una guerra
Y hay dos Españas que guardan aún,
El rencor de viejas deudas

Dicen los viejos que este país necesita
Palo largo y mano dura
Para evitar lo peor

Paro yo solo he visto gente
Que sufre y calla.
Dolor y miedo.

Gente que sólo desea su pan,
Su hembra y la fiesta en paz.

Libertad, libertad, sin ira libertad
Guárdate tu miedo y tu ira
Porque hay libertad, sin ira libertad.
Y si no la sin duda la habrá.

JARCHA


También en el flamenco surgieron voces contestatarias. Quizás el máximo exponente del flamenco protesta, en los últimos años de la dictadura fuera, “Manuel Gerena” cantaor y compositor, con sus letras logro mover conciencias, y acercar a la gente al flamenco. También sufrió la censura del régimen. Sus discos “Cantando a la Libertad”  y  “Cantes del pueblo para el pueblo” y sus libros fueron superventas en el año 1976.

Otros como “El Cabrero” o “José Ménese” Dieron a sus letras un alto contenido social.


Gracias a todos esos cantantes, que hicieron más llevadera, la espera hacia la democracia.

viernes, 22 de abril de 2011

LAS COSAS QUE ME GUSTAN Y LAS QUE NO


Nunca he tenido vicios, o por lo menos eso creo, yo llamo  vicio, cuando  algo te domina y no puedes prescindir de ello, no quiero decir con esto que todos los vicios sean perniciosos, muy al contrario, hay muchos que son super saludables. Algunos de los que a mí me dominan son  de esos, la lectura, la pintura, y la escritura. Hoy me apetece escribir y tengo por costumbre hacerlo de lo primero que se me viene a la mente (que a mi edad, no está la mía como para desperdiciar cualquier idea, por muy absurda que esta sea). Se me ha ocurrido enumerar las cosas que me gustan y las que no (puede parecer tonto, que lo es, o no, me da exactamente igual), simplemente me dejo llevar, me da igual lo que  puedan pensar de mí, solo lo disfruto (y de qué manera).

Aviso a navegantes: Esta lista no tiene orden ni concierto (ni falta que le hace).

Me gusta; Al despertarme y abrir los ojos, darle gracias a la vida por un día más, por poder distinguir los colores, y escuchar los sonidos. Por mi cuerpo en movimiento. Por sentir emociones. Por recordar. Porque en mi “tribu” estén todos bien (familia y amigos). Por sobrevivir en un mundo cada vez más difícil.

No me gusta; Levantarme con el cuerpo dolorido a causa de mi artrosis degenerativa, o con mis dolores de espalda, causados por mi desviación de columna según he podido saber hace poco, después de llevar más de siete años padeciendo varias veces al año contracturas musculares, sin que me hicieran una exploración adecuada, afortunadamente solo son días puntuales, de lo contrario sería una locura.

Me gusta; Ser positiva ante las contrariedades de la vida, de esta manera parece que las malas rachas pasan más de prisa, aunque no sea cierto.  Todos tenemos días buenos y malos, pero no es bueno dejarnos llevar por el pesimismo, tengo la suerte de ser más adicta al optimismo. A pesar de no estar los tiempos como para tirar cohetes.

No me gusta; La gente que nunca se ríe, dan la impresión de tener siempre problemas y de que están disgustadas con todo el mundo, hasta con ellas mismas. Creo que no saben disfrutar de las pequeñas cosas que el día a día nos ofrece, y si lo hacen, no se les nota (pues que pena).

Me gusta; Andar, cuando lo hago me siento fuerte, no sé cuánto tiempo mi cuerpo me responderá, por eso lo disfruto. Veo a los niños jugando cuando atravieso el parque. A las parejas acarameladas, conociéndose y saboreándose. A los ancianos ayudándose el uno al otro, o sentados en los bancos del parque, mirando pasar la vida que se les va apagando poco a poco con la resignación que dan los años. Yo sigo mi camino observando. Jóvenes paseando a sus pequeños que corretean alegres llenos de vida bajo la atenta mirada de sus padres, muchos perros imitando a los niños en sus correrías. Observo como a los árboles les van saliendo los nuevos brotes de brillantes verdes, que contrastan con los verdes secos ya a punto de caducar. Y en el otoño los caminos alfombrados de las hojarasca que suavemente se desprenden de los arboles, para dejarse morir en el suelo, dejando desnudos los troncos que les habían dado la vida, su efímera vida. Y cuando tengo la suerte de poder pasar algunos días en la playa, me gusta tanto andar con los pies libres de ataduras, sentir como se hunden en la arena, llegar hasta la orilla y caminar por ella, el agua fría reactiva mi circulación, y el sol calienta mí cuerpo.  Lo disfruto.

No me gustan; Los políticos que no cumplen lo que prometieron en época de elecciones, donde se les llena la boca de buenas intenciones, y de palabrería barata, con la que no engañan a nadie, pues el noventa por ciento de lo que pregonan a bombo y platillo, después, no lo llevan a la práctica.

Me gustan; Los políticos que si cumplen lo que prometieron, aun a costa de perder las siguientes elecciones, a propósito ¿conocéis a muchos?

No me gustan; Las guerras, ninguna, pues creo que todo se puede solucionar con dialogo y buena voluntad, cediendo cada parte un poco, pero el problema es que detrás de cada guerra están “los intereses económicos”  “la lucha por el poder” “los fanatismos” y “la intolerancia” podríamos decir que esos son a groso modo, los principales desencadenantes. Como decía Mahatma Gandhi NO HAY CAMINO PARA LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO. Por eso un “No rotundo a las guerras”.

Me gusta; Creer, que existen personas sensatas honestas e integras, que medien para que esas guerras no se produzcan. ¿Qué es una utopía? no del todo, lo cierto es que son minoría y luchan contra corriente, pero en todas las épocas las ha habido.

No me gustan; Los abusos de poder, sea quien sea quien lo ejerza.

Me gusta; Mirar al techo del mundo, o sea al cielo, sentirme insignificante, pasar desapercibida, respirando profundamente, tanto si es un día claro de azul intenso, como si está nublado. Hay días con nubes de tal belleza y colorido difíciles de igualar, sobre todo los atardeceres. Y si es en las playas de Bolonia, Sahara de los Atunes, Bárbate o Conil, mucho mejor, sentir la brisa sobre mi  piel, escuchar el sonido que producen las olas al romperse en la orilla (para mí eso es música).

No me gusta; La gente interesada, la que todo lo hace esperando algo a cambio.

Me gustan; Los que siempre están dispuestos a ayudar o a hacer algún favor sin necesidad de que se lo pidan.

No me gusta; La gente que no respeta las leyes, y las más elementales normas de convivencia. Sobre todo si son los gobiernos los que no cumplen las leyes que ellos mismos aprueban.

Me gusta; La risa de los niños. Las voces de los niños. Las preguntas de los niños. Las respuestas de los niños. Los juegos de los niños. La piel aterciopelada de los niños. Y ver dormir a los niños.

No me gusta; La gente que es capaz de calumniar para conseguir sus metas. La calumnia hace un daño irreparable al que la padece. Y muy pocas veces se castiga al calumniador.

Me gusta; Que se respete el medio ambiente. Para dejarles a nuestros descendientes un planeta hermoso y respirable. No todos los ayuntamientos trabajan en ese sentido. A los que si lo hacen, gracias en mi nombre y en el de mis nietos.

No me gustan; Los políticos que abrazan y cogen a los niños cuando están en campaña electoral. O se pasean por el mercado, hablando con los tenderos y que cuando se dan la vuelta, los critican con todo el derecho del mundo. Seguro que muchos no lo han pisado en su vida, y no tienen ni puñetera idea de lo que cuesta llenar el cesto, y mantener a una familia con unos sueldos obsoletos. Pero para saberlo tendrían que ponerse en el lugar de mucha gente que está llegando al límite (cuando la cuerda se tensa demasiado irremisiblemente se rompe).

Me gusta; Mi ciudad Córdoba.

No me gusta; Que la iglesia no pregone con el ejemplo.

Me gusta; La fundación Vicente Ferrer.

No me gusta; La gente que no recoge las mierdas de sus queridos perros. A propósito hace pocos días vi en el jardín de los “Teleñecos” (nombre extraoficial) a una joven “invidente” recoger con gran maestría y precisión la caca de su perro guía. A las personas que estábamos cerca y lo presenciamos, se nos saltaron las lágrimas, y todos al unisonó dijimos ¡vaya ejemplo de civismo y educación!

Me gusta; Cuando mi nieto Alejandro  me abraza y  echa su cabeza en mi  hombro, entonces le llamo “mimosin”.

No me gusta; Un vecino de mi barrio que siempre aparca en el paso de peatones más cerca de su casa. Además de ser el clásico “cara”, se ve que nunca lo multan sino no, no se entiende.

Me gusta; Una buena película y verla en el cine.

No me gusta; Las personas que hablan mucho para decir muy poco.

Me gusta; Tener flores en el balcón, cuidarlas y regalarlas.

No me gusta; Esta crisis indecente, a la que nos han llevado los poderosos, y solo pagamos los más débiles. 

Me gusta; Hacer senderismo por la sierra cordobesa, y disfrutar del paisaje, de los olores de algunas plantas, como el romero, pasear entre los arbustos como la jara, el lentisco, el arrayán, etc.

No me gusta; La gente que siempre cree  llevar razón y ni siquiera se cuestionan, que podrían estar equivocados.

Me gusta; Viajar, conocer otros paisajes, otras costumbres, otros acentos, otra gastronomía. Mi transporte preferido es el tren.

No me gusta nada de nada; Las campañas electorales, es más, las odio.

Me gusta; Las preguntas de mi nieta Claudia, es igual que su padre, ¿por qué abuela? y detrás de la explicación sigue otro ¿por qué abuela? Me encanta.

Pero por encima de todo, No me gusta; La Intolerancia o mejor dicho los intolerantes, pues sin ellos no existiría la palabra.

Me gusta; Mirar las fotografías antiguas, porque son milagrosas, ya que nos devuelven por unos instantes la juventud perdida. A los seres queridos que ya no están. Como eran nuestros niños hoy hombres. Nos recuerdan aquel viaje en el que fuimos tan felices. Y tantas cosas más.

Creo que ya está bien por hoy.