jueves, 30 de junio de 2011

2016 O LA MAREA AZUL


Quiero empezar felicitando a la ciudad ganadora, “San Sebastián”, porque es lo correcto en cualquier competición, y acto seguido diciendo, que a mi particularmente no me gustan los concursos, y esto, ha sido solo eso, un concurso ni más ni menos que como otros que hay de tantas otras cosas, siempre hay intereses de por medio, se supone que todo el que pasa las pruebas preliminares están preparados para ganar por meritos propios, cada cual con su idiosincrasia particular y con toda la ilusión del mundo.

Yo siempre digo que un concurso por sí solo no soluciona el porvenir de nada ni de nadie, sino no hay un trabajo detrás que lo respalde continuamente, esa es la clave de todo “el trabajo” y el “esfuerzo” en algunos casos personal y en otros comunitariamente como en este caso ha sido.

Dicho esto, como cordobesa me ha dolido, por aquello del orgullo patrio, y porque me temo, que todo lo que se ha gastado alegremente, unido al esfuerzo de mucha gente,  aunque, todo hay que decirlo, un esfuerzo muy bien remunerado, para algunos claro, haya sido en vano y muchos proyectos se queden en el baúl de los recuerdos que decía Karina. Nunca sabremos cuanto nos ha costado el sueño, legítimo por qué no, pero con lo que está cayendo, y con los ayuntamientos entrampados hasta las cejas, que no pueden pagar a sus proveedores, casi siempre pequeñas empresas, que en el mejor de los casos están sobreviviendo y otras muchas ya han tenido que cerrar.

Es lógico pues, gastar por encima de nuestras posibilidades, no sé, pero a mí mi  madre me enseño a no gastar más de lo que pueda permitirme.

Que a Córdoba le sobran meritos, pues claro, sobre todo en lo referente a su historia, todo el que tenga un poco de cultura lo sabe, y no hace falta que ningún jurado nos venga a valorar como si de una venta se tratara, comparándonos con otras ciudades que también tienen sus meritos históricos. No es menos cierto que, en infraestructuras modernas tenemos muchas deficiencias, a pesar de la buena labor que se ha hecho en los últimos  años, también es cierto que la ciudad está cada vez más bonita, pero falta bastante para ser una ciudad moderna, para que nos vamos a engañar.

También es cierto que no debemos conformarnos con las migajas en forma de cuenta gotas que la Junta de Andalucía nos regala en forma de limosna, ¿Por qué, a Córdoba no se la ha tratado nunca con el mismo rasero que a otras ciudades andaluzas a la hora de invertir dinero? véase si no el gafado Palacio del Sur, que se ha convertido en el cuento de la lechera.

Por otra parte y afortunadamente hoy día se trabaja integrando los numerosos restos arqueológicos en las  modernas construcciones. Ese creo que debe ser el camino correcto, “respeto” por los restos e “integración” y progreso.

 Mucho más importante que cualquier concurso es el día a día, y la unión de toda la clase política cuando se trate de nuestra ciudad, deben de ir todos a una (como en Fuente Ovejuna) porque no es de recibo, que no se pongan de acuerdo en asuntos puntuales que atañen a la modernidad de nuestra querida Córdoba.

Volviendo al concurso, creo que se están sacando las cosas de quicio, como en todos los concursos hay un solo ganador y muchos derrotados, si a eso le unimos que se lo ha llevado una ciudad “vasca” que por cierto es preciosa -lo cortés no quita lo valiente-, luego la polémica está servida. No me parece bien el ataque sistemático a todos los vascos, yo puedo decir que he estado varias veces en San Sebastián, paseado sola tranquilamente por la ciudad, y no me he sentido rechazada de ninguna manera, muy al contrario toda la gente muy amable y educada.  Ha sido el único sitio, fuera de Andalucía, que nos reconocieron por el acento que éramos cordobeses, siempre fuera de Andalucía, la pregunta ha sido (sois  sevillanos), y les tenemos que decir que en Andalucía hay ocho provincias.

En fin que todos los concursos son casi siempre injustos, sobre todo para los perdedores, pero el que participa sabe a lo que se expone,

Llevamos toda la vida presumiendo de que Córdoba  ha sido y es, ejemplo de tolerancia, no creo que las descalificaciones a la ciudad ganadora sea ningún buen ejemplo de tolerancia, y yo por supuesto no voy a participar en ninguna descalificación, por mucho que sienta la derrota.

Por favor, demostremos nuestra cultura sabiendo perder, y no insultando, esa es la verdadera cultura. Es importante el saber estar en todo momento con elegancia.

Si de verdad queremos a nuestra ciudad, trabajemos juntos por ella, por Córdoba. Ningún concurso nos va a dar cultura si los ciudadanos junto a los políticos de turno no nos movemos en esa dirección, no olvidemos que la unión hace la fuerza.

domingo, 26 de junio de 2011

LLEGO EL VERANO

 Si, señores, llego el verano, y de qué manera. Dicen será uno de los veranos más cálidos, ¡no os suena de algo! ¡Acaso no escuchamos lo mismo todos los veranos! ciertamente unos son más calurosos que otros, pero no hay gran variación. Este 2011 ha entrado pisando fuerte, como diciendo “¡aquí estoy yo, no penséis que os vais a librar de mi!”.

Es la estación del año en la que se siegan los dorados campos bajo el intenso cielo azul, en la que el astro sol se rearma de toda su potencia, demostrándonos cuan poderoso es. ¡Y hay de aquel que no le tema! Le huímos continuamente buscando la sombra que dan los edificios,  en los parques paseamos debajo de los arboles, pero él nos persigue filtrándose a través de las ramas sin darnos un respiro, nos agobia con su abrazo caluroso.

Las noches son más cortas pero se nos hacen mucho más largas, tardamos en dormirnos y nos despertamos sudando, aprovechamos las primeras horas de la mañana, para hacer las tareas cotidianas pero el sol nos persigue implacable, sin darnos respiro, a media mañana ya se hace insufrible, solo descansamos unos minutos bajo la lluvia en forma de  ducha, pero el placer dura poco, es secarnos y volvemos a sudar, parece como si el astro rey se burlara de nosotros.

 Qué fantástico seria la lluvia en los días más calurosos del estío, daría gusto salir a mojarnos, aunque pensándolo mejor y acordándome de las lluvias del “monzón” palabra derivada del árabe “mansun” y que no significa lluvias torrenciales como podíamos suponer, sino “estación”, palabra aplicada por los marineros árabes al referirse a los vientos cambiantes, de los fenómenos meteorológicos. Mejor no tentar a la suerte deseando algo semejante, aun pareciendo idílico por tener en la mente la película “La Boda del Monzón” creo que no lo es. 

 Decididamente mejor aguantar estoicamente, los rigores del calor, que nos hace temer, tener que salir a  primeras horas de la tarde. Cualquier cosa que se proclame a las seis o siete tendrá poca audiencia por muy interesante que esta sea, y hay días que ni a las diez ni las once. 

Y no digamos nada el efecto que causa en nuestros cuerpos, no sé en el de los demás pero en el mío es bastante importante, para empezar a mí, en todo el invierno me duelen las piernas, a pesar de las muchas varices que tengo, ando mucho, subo y bajo las escaleras hasta el tercero sin ninguna molestia, y es llegar el calor y parece que el peso se multiplica por tres, tardo el doble en subirlas, me siento como si subiera al sexto. Llegar y volver del gimnasio aun buscando la sombra, se me hace cuesta arriba, pero puede más mi fuerza de voluntad, ya que necesito andar y hacer ejercicio  lo hago, con cierta dificultad pero lo hago, por mucho que el sol se empeñe en hacerme desistir, el verano a veces es  intransigente, y nos regala días de insoportable calor, sin que nadie se lo pida. Sobre todo las tardes son soporíficas, si nos dejáramos llevar por lo que nos pide el cuerpo, estaríamos todo el tiempo en posición horizontal.

Qué lejos quedan aquellas tertulias nocturnas en el patio de mi casa, y no es que en aquellos años no hiciera calor que hacia el mismo que ahora, pero disponíamos de un patio con paredes encaladas y llenas de plantas y flores de todo tipo, desde el humilde geranio hasta la más delicada azucena, pasando por la dama de noche y los jazmines, estos últimos hacían que las tertulias estuvieran perfumadas. Como al caer la tarde cuando el sol se marchaba, los patios y las macetas se regaban con abundante agua del pozo, a la hora de sentarnos después de cenar, estaba el patio de lo más agradable, sentados en las cómodas sillas de énea se comentaban las novedades, o se contaban anécdotas,  los fines de semana  más calurosos, y siempre que el sol dejaba de martirizarnos, marchábamos las familias a la orilla del rio, con mantas para sentarse y la clásica tortilla de patata, tomates que se ponían a refrescar en la orilla para después comer con sal, ¡que tendrían aquellos tomates que nos sabían a gloria! Esos días dormíamos  bajo las estrellas, en el silencio de la noche solo interrumpido de vez en cuando por las conversaciones en forma de ladridos de perros en la lejanía. Cuando amanecía volvíamos a nuestra casa antes de que el sol nos castigara de nuevo.

De todas formas no todo el verano es tan tremendo siempre hay días en los que la temperatura es más benigna, y lo cotidiano no cuesta trabajo hacerlo, sin duda el sol se apiada un poco y nos da un respiro. 

No quiero ser injusta con el sol, es su luz la que nos trasmite energía, la que nos calienta en los fríos días de invierno, la que fija el calcio en nuestros huesos, la que abre las puertas al día, y cierra con el atardecer dejando paso a la noche, para  que podamos descansar.

Feliz verano a todos. Y que os sea leve.

lunes, 20 de junio de 2011

CHAVELA VARGAS


Isabel Vargas Lizano, nació en 1919 en Costa Rica, pero pasó gran parte de su vida en México, donde triunfo allá por los años cincuenta gracias a una canción de rebeldía, o como diríamos ahora (protesta) del siglo XVII, llamada “Macorina”, a la que le hizo sus propios arreglos.

Tuvo una vida nada fácil, por no decir tremendamente dura, ella misma cuenta en numerosas ocasiones, que sus padres no la querían, “A mis abuelos los conocí y a mis padres más de lo que hubiese querido”. Tuvo cuatro hermanos, “se dieron cuenta de que yo era homosexual desde muy niña“, cosa que la familia nunca acepto y se referían a ella como “rareza”. Cuando sus padres se separan se va a vivir con sus tíos, “Dios los tenga en el infierno”, palabras durísimas que delatan una niñez desgraciada por falta de cariño.

Huye a México con tan solo 17 años, donde posteriormente adopta la nacionalidad mexicana.
Ya en la adolescencia,  trabajó desde criada hasta vendedora de ropa de niños. En los cincuenta, despojada de todo boato, y ataviada solo con un sencillo poncho de lana y su voz recia y estremecedora, recorrió todo México convirtiéndose en “la Vargas”. Pasó una larga temporada en el Champagne Room de la Perla, en Acapulco, donde acudían todas las noches los artistas más importantes de Hollywood. Canta en la boda de Elizabeth Taylor con Mike Todd, donde conoce a los más destacados artistas del momento como; Rod Hudson, Grace Kelly, Ava Gardner etc.

Cantaba rancheras, fumaba, bebía, y montaba a caballo como un hombre, y hasta llevaba pistola. Era una actitud desafiante ante el continuo rechazo de la sociedad hacia su homosexualidad. Canta para la revolución mexicana dedicándole varios discos de corridos como “Juan CHasrrasqueado” y “Simón Blanco”, enardeciendo a un público entregado por completo. Por los años cincuenta en México los hombres eran arrestados por su condición sexual en celdas llamadas”J” empezaron a llamarlos “Los Jotos”. Es en los últimos años de la década de los sesenta, cuando surge el movimiento juvenil llamado “Hippies”, en todo el mundo y hay un canto a la libertad y a la tolerancia hacia la homosexualidad y bisexualidad.

Su primer álbum lo publica en 1961, con canciones tan queridas por todos como, “Adelita”, “Soldado  de levita”  , “La llorona”, “Paloma negra”, “Tú me acostumbraste” o “Piensa en mí”,  Luz de Luna” entre otras muchas, que en su voz desgarrada tomaban otra dimensión. Posiblemente la dureza de una vida por falta de la aceptación familiar, hace que su voz sea única, llamada “la voz áspera de la ternura“, la que transmite una sensibilidad fuera de lo común, canciones que en su voz llegan al corazón.
    
Ya consagrada por meritos propios, se codea con la flor y nata de la bohemia mexicana, personajes como; Agustín Lara, Diego Ribera, Pablo Neruda, Juan Rufo o Frida Kahlo -su gran amiga, con la que compartió grandes momentos, y de la que en una ocasión dijo que fue el gran amor de su vida-, etc.
Se ausentó de los escenarios durante bastante tiempo, volviendo en los noventa. Pedro Almodóvar la redescubre y la hace participar en dos de sus películas “La Flor de mi Secreto” y Carne Trémula”, mimada y admirada por artistas como; Ana Belén, Aute, o Joaquín Sabina entre otros, este último le canto “las amarguras no son amargas cuando las canta Chávela Vargas”.
Cuando en España es nombrada por la Universidad de Alcalá de Henares, “Excelentísima e Ilustrísima, Señora” dijo lo siguiente: -Nunca me habían dado un titulo como ser humano.
Que terrible debió de ser, sobretodo su niñez y juventud, pues ya en su madurez si es  reconocida por todos los públicos, agasajada, respetada y muy premiada.

En el 2009 presenta junto a María Cortina el libro autobiográfico, “Mis Verdades” y en abril del 2010 a los 91 años de edad, presenta su disco “Por Mi Culpa”, en el que hace duetos con grandes amigos como; Mario Avila, Eugenia León, Joaquín Sabina, y Lila Downs.
“Cuando ya muera no quiero que me recen rosarios, ni se den golpes de pecho, no quiero lagrimas postreras, no me vayan a llorar a mi tumba porque no estaré ahí”.

Dejara su herencia, a niños enfermos de cáncer. “Quiero que me incineren y esparzan mis cenizas en un rio cualquiera, pero eso si que tenga agua”.

Dedicarle estas líneas, a una persona por la que siento gran admiración y porque su voz y sus  canciones me hacen llorar de emoción, es todo un honor para mí, Chavela tiene  algo que muy pocos artistas tienen, una sensibilidad fuera de lo común y lo sabe transmitir. Rechazada por su propia familia, e imagino que por gran parte de la sociedad de la época, su vida tuvo que ser  muy dura sufrimiento y rebeldía, que por lógica debía llevar siempre enconado dentro de su ser y que posiblemente solo lo dejara salir libre a través de sus canciones, con las que abre al mundo su corazón mal herido.

Es un ejemplo más de la cruel intolerancia, que durante siglos han tenido que sufrir en sus carnes muchas personas, por una sociedad hipócrita que las señalaba como anormales y contribuyeron a que sus vidas fueran un infierno, sin que nadie les restituyera ni indemnizara, por los daños sicológicos sufridos, ella al menos supo hacerle frente a toda una sociedad machista, a la que desafiaba continuamente. Actualmente, vive en Tepoztlán, en el Estado de Morales.

LARGA VIDA A LA "VARGAS"